¿Llegas tarde está noche a casa? No importa al final, yo te espero. ¿Llegarás con hambre? ¿Cansada de repetir tus pasos? No importa, cocinaré para ti esta noche, compraré un buen vino, te esperaré hasta el cansancio, no importa. Y llegarás, y te serviré lo que creé para ti. ¿Tomamos luego una copa de vino mientras escuchamos música o compartimos voces a lo alto de algún libro? ¡Cortazar, La maga! Sé que te gusta, te lo leeré mientras descansas en mi regazo y tomas tu copa de vino tranquila.
Y el cansancio te vencerá mientras escuchas mi voz dirigida sólo a ti, sólo a ti en la distancia, sólo a ti en la cercanía. Y tus parpados caerán, tu cuerpo descansará. ¿Te puedo cuidar el sueño? No importa, seguiré leyéndote, para que en tus sueños aún escuches la lejana voz de mi presencia.
Descansa, sueña, duerme, estaré a tu lado esta noche, y me iré como suelo irme, a la madrugada, sin que logres darte cuenta, sólo para que la distancia renueve el deseo de ser y estar a tu lado otra noche más.
2 de agosto de 2013
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