4.9.13

Lo que no te conté

Cuando pequeña quería vivir en Francia,  en mi lugar de nacimiento,  creía que nada malo te podría pasar hablando francés y llamándote Charlotte, quién no te iba a amar alocadamente después de oírte decir un je t´aime?; Jean Pierre y yo fumaríamos cigarros finos en lo alto de la torre Eiffel, correríamos de la mano atravesando los Campos Elíseos e insultaríamos a gritos a los taxistas por no parar,  follaríamos en el tejado de su su casa en Fontainebleau viendo París todo iluminado. También beberíamos vino caliente en los cines Renoir prometiéndonos amor eterno sin hablar, solo con miradas fugases,  nos aburriría el Louvre y odiaríamos el queso; yo le engañaría con cualquier pintor y el me olvidaría para siempre.

Luego quise ser rusa, llamarme Anastasia y pasear por San Petersburgo con un abrigo azul oscuro laargo hasta las pantorrillas, con botones dorados y bolsillos amplios; pasearía entre la nieve, visitando casas abandonadas y llenándome de polvo con los viejos libros de las más olvidadas bibliotecas. Tendría un novio muy pálido que se llamaría Vladimir y pasaríamos las noches inventándonos historias de familiares falsos bolcheviques, bebiendo vodka y tocándonos para entrar en calor, el me querría mucho y yo a el no.


Después deseé ser Italiana, llamarme Nadia y volverme loca de amor por un poderoso mafioso, de pantalones oscuros con camiseta interior blanca, tirantes negros y bigote exageradamente grande llamado Salvatore. Él me rompería el corazón en varias oportunidades, pero yo lo amaría incondicionalmente y juntos, comeríamos spaghettis con mucho tomate, tanto, que al besarnos toda la cara se tiñera de rojo, y los besos sabrían a eso nada mas. El huiría a Nueva York sin mi, yo me vestiría totalmente de negro con un gran pañuelo en la cabeza y pasaría el resto de mis días llorando sobre el tomate de cada pizza y spaghetti que llegara a comer


También quise ser inglesa y vivir en Londres, llamarme Juno. Viviría en un sótano con mucha humedad y moho, con una única pequeña ventana por donde cada día en vez de luz sólo viera los zapatos de la gente al pasar,dormiría en un pequeño colchón sin sabanas junto con James e iríamos a todos los conciertos drogados y bebidos; siempre con medias rotas, botas y camisetas grandes sin cinturón. Los días los pasaríamos escuchando CD's acostados en el colchón y escribiríamos nuestras iniciales rodeadas con un corazón en todos los árboles de Hyde Park. Por la tarde trabajaríamos en una tienda de tatuajes . James robaría vestidos en las tiendas más reconocidas para mi y yo, me los pondría sólo para el, y entusiasmada le bailaría sobre el colchón .Sería un auténtico amor y el sótano olería siempre a sexo y sudor. 


Hace poco tiempo quise ser Mexicana, llamarme Luna y enamorarme de un mariachi llamado Emiliano, el me llevaría serenatas todas las noches a mi balcón, haríamos el amor mientras tomamos Chacarando. Nuestro sueño sería escapar a Estados Unidos y en un intento de entrar ilegalmente nos detendrían y ajuiciarían; lo que mas nos dolería sería que nos separaran, pero el escaparía y vendría por mi, volveríamos a México. Al cabo de un tiempo el me engañaría con la sirvienta, después de muchas peleas yo lo perdonaría, el se vería involucrado en un problema por una entrega de drogas y lo matarían. Yo quedaría viviendo en una gran mansión.

Pero soy Colombiana,y vivo en Bogotá, estoy enamorada de la viejas y abandonadas calles del centro, de la distinta y peculiar música de cada rincón  de los buses mal olientes donde se suben desde jóvenes prospectos de futuros cadáveres anarco-narcóticos hasta cuarentones que venden dulces o canciones para poder tener un techo donde pasar el hambre, del parkway, de las infinitas montañas, del frió de las 5 de la mañana, de los trancones infinitos, de las incesantes protestas, de mis campesinos; me enamoraré de un hombre alto con ojos cafés y pestañas risadas, con hoyuelos en las mejillas y que se ría estruendosamente, que toque la guitarra y le guste caminar, viviremos en el centro, en medio de la riqueza  aunque algunos la confundan y no la llamen así, trabajaremos juntos en un bar , el tocara la guitarra y yo cantare a su lado. Follaríamos todos los días, en todos los lugares, en el ascensor, en la piscina, en el techo de la casa, en el baño, en los bares,.. Terminaremos por una escena demasiado estúpida de celos, pero siempre nos volveremos a encontrar en las mañanas, cuando a las 6: 00 Am vayamos a tomar el bus.

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