me gustaba como en sus gafas se reflejaba mi sonrisa después de varios trucos de magia y unos cuantos tragos; su risa retumbaba en mis oídos y el humo de los cigarrillos que el me apagaba envolvía la habitación; así que mientras yo me encontraba perdida entre las cartas, el humo y las sonrisas, él me contaba sus historias de amor. Cada día descubría más acerca de su mundo.
magullada, perdida y ofuscada, pero me encontraba con él, más historias, más cartas, es como una medicina legal no conocida por muchos, me desahogo tranquilamente en sus brazos mientras observo como el mundo se vuelve de picas, tréboles, diamantes y corazones.
- hazme otro truco de magia
- ya se me acabaron, no me sé más
- inventate uno
...
-coge la carta que quieras.
...
y así pasábamos las noches.
también solía regañarme por cada vez que me pasaba de tragos (que solía ser más que a menudo) , pero con ese gesto suyo de comprensión en los ojos me dejaba más que tranquila
- y eso es todo? una borrachera mal llevada? una mala interpretación tuya ante un desafortunado comentario del chico que no te gustaba pero que aún así te había invitado a su casa y allí estabas?
- muy a grandes rasgos sí, eso fue
- lo lamentas?
- mucho
- mal hecho. Esas son el tipo de cosas de las que se aprende ya verás como no te pasa más
- ojalá, pero yo siempre suelo tropezar
- tu lo que eres es una borracha mentirosa y yo un desequilibrado por dejar que organices mi agenda,si ya lo decía yo,no hay cyan que sea buena,uy espera te pongo una canción en el ipod
Me cuidaba y bailaba conmigo tango y bals, bailábamos en medio de la multitud, en medio de la gente con caras tristes, con trajes negros y en fila para ir al trabajo, también bailábamos entre los niños, y siempre sonreíamos cuando mirábamos al rededor y nos dábamos cuenta de que el cielo se había puesto color azul
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